*1.- “DIA DE LA BANDERA”: Desde 1938, cada 20 de junio se honra a la Enseña Patria Argentina. ¿A qué se debe el homenaje?..
En esta fecha, y por una Ley, se honra la memoria de Manuel Belgrano,
creador de la bandera nacional, quien murió el 20 de junio de 1820, a
los 50 años, en Buenos Aires, que por entonces formaba parte de las
Provincias Unidas del Río de la Plata. El 8 de junio de 1938, el
presidente Roberto M. Ortiz decretó por la Ley 12.361, con aprobación
del Congreso, que cada 20 de junio se celebraría el “Día de la Bandera”.
Belgrano falleció cuando la hidropesía que lo había enfermado
consumió su salud en plena Anarquía del Año XX. Cuenta la historia que
luego de ser examinado por el médico escocés Joseph Redhead pagó con un
reloj de oro, pero el profesional optó por no cobrarle. Para entonces,
el padre de la Insignia Patria estaba sumido en la pobreza e insistió
para que el médico aceptara el reloj con cadena de oro y esmalte, que le
había obsequiado el rey Jorge III de Inglaterra, a modo de intercambio.
Según su última voluntad, el cuerpo de Belgrano fue amortajado con el
hábito de los dominicos y llevado al Convento de Santo Domingo donde
quedó sepultado en un atrio. Debido a las carencias económicas de su
familia la lápida de la tumba debió ser improvisada con el mármol de una
de una cómoda de la habitación de Miguel, hermano de Manuel.
Además Belgrano fue uno de los más notables economistas argentinos,
precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la
industria nacional y la justicia social, entre otras muchas cosas. Las
ideas innovadoras de Belgrano quedarán reflejadas en sus informes
anuales del Consulado.
La creación de la bandera: La insignia
patria fue creada el 27 de febrero de 1812 durante la gesta por la
Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Por
qué se creó la bandera: El General Belgrano, al mando del Ejército
Patriota, vio la necesidad de crear un emblema para distinguir a sus
formaciones de las tropas enemigas y que diferenciara al país naciente
"de todas las naciones". Quería que sus soldados tuvieran un símbolo
propio durante el combate que les recordase su juramento de dar la vida
por la Patria.
La bandera tal cual la conocemos fue inspirada en
aquella que creó Belgrano siguiendo los colores de la escarapela,
celeste y blanca, instituida por un decreto del 18 de febrero de 1812
del Primer Triunvirato.
A diferencia de la actual insignia, la
creada por el General tenía dos franjas verticales, una celeste (no se
conoce cuál era la intensidad del color) y otra blanca. Esa bandera fue
enarbola por primera vez en Rosario en dos baterías de artillería
ubicadas en orillas opuestas del río Paraná.
La bandera oficial
fue establecida por el Congreso de Tucumán como símbolo patrio mediante
la ley del 26 de julio de 1816: se dividió en tres franjas horizontales
de igual tamaño, de color celeste la superior e inferior y de color
blanco la central, a la que se le agregó el Sol de Mayo (por ley del 25
de febrero de 1818).*
*2.- “ENSEÑANZA UNIVERSITARIA GRATUITA”: La
historia de las universidades argentinas ha sido de vanguardia en
muchos aspectos; uno de ellos lo constituyó la “Reforma de 1918” en
cuanto a la cuestión de la autonomía; pero si bien esa reforma
transformó de manera endógena el funcionamiento de la universidad, la
posibilidad de aumentar la población estudiantil, eliminando la barrera
del costo económico del estudio, siguió más en el plano de la aspiración
que el de la concreción.
El 20 de junio de 1949, en ocasión de
conmemorarse el fallecimiento del Doctor y General Manuel Belgrano, y
por consiguiente, la celebración del “Día de la Bandera”, el Presidente
de la Nación de aquel entonces, Juan Domingo Perón, pronunció las
siguientes palabras:
“En los comienzos de mi presidencia, después
de más de un siglo de olvido, di cumplimiento a los deseos de Belgrano
de designar recompensa en dinero que le acordara el prócer al gobierno,
invirtiendo los fondos necesarios para construir una escuela, como él lo
dispusiera, en la ciudad de Tarija.
Interpretando sus ideas y
sentimientos, que lo impulsaran a destinar sus bienes y recompensas para
construir escuelas en la rudimentaria comunidad Argentina de su tiempo,
deseo anunciar que desde hoy quedan suprimidos los actuales aranceles
universitarios, en forma tal que la enseñanza sea absolutamente
gratuita y al alcance de todos los jóvenes argentinos que anhelan
instruirse para el bien del país. Para honrar a los héroes nada mejor
que imitarlos”.
La promesa formulada aquel 20 de junio se
materializó mediante el dictado del Decreto Ley Nº 29.337, el cual fue
rubricado por el Presidente de la Nación, Tte. Gral. Juan Domingo Perón,
el día 22 de noviembre de 1949. Cabe recordar que el beneficio de la
gratuidad de los estudios universitarios se estableció con “alcance
retroactivo” al 20 de junio de 1949 (eliminación de todo tipo de
aranceles).
El impacto de la norma dictada por Perón se evidenció
en el inmediato aumento de la población estudiantil: “la matrícula
universitaria pasó de 40.284 alumnos en 1945 a 138.871 en 1955 (cabe
aclarar que este crecimiento sostenido se continuó en la próxima década
ya que en 1965 concurrían 206.032 alumnos a las universidades)”.
La contundencia de los números no deja lugar a dudas: marcó un antes y
un después en la educación universitaria argentina, ya que, de la mano
de la gratuidad de dichos estudios se abrió la posibilidad real del
ingreso a la universidad, sin otra restricción que la capacidad de
rendir las materias.*
“HOY, COMO SIEMPRE, LOS TRABAJADORES
UNIVERSITARIOS DEBEMOS ESTAR ALERTAS PARA DEFENDER LA UNIVERSIDAD
NACIONAL, PUBLICA, GRATUITA Y DE CALIDAD. (FATUN-AGTUNC)”